MANIFIESTO

ARTÍCULO 8

Futuro nace en un país en guerra marcado por la corrupción, la desigualdad, el despojo y el mal gobierno. Empezamos a organizarnos hace seis años a raíz de los movimientos contra la violencia, la corrupción y la injusticia. En 2015, tras una campaña austera construida en las calles, logramos posicionar a un vocero en el Congreso de Jalisco. Empezamos en una curul en el Congreso, caminando por las calles de un municipio y terminamos recorriendo nuestro estado para construir una fuerza política cercana, responsable, transparente, austera, colectiva y democrática. Una que pudiera cambiar la realidad de sus abuelas, sus jóvenes y sus mujeres. 

 

Hoy decidimos constituir Futuro, un partido político local que haga de lo público -sus servicios, calles, parques, transporte, escuelas y hospitales- su indiscutible prioridad; persiga la justicia y genere acciones necesarias y radicales para disminuir las condiciones de desigualdad. Vamos a construir una fuerza política materializada a través de Futuro, un partido democrático y progresista que ponga siempre al centro a las personas en nuestro estado. Somos una fuerza política para trabajar el presente y recuperar el futuro.

 

Retomamos la lucha inacabada contra la desigualdad, oponiéndonos a que la riqueza se concentre en manos de unos pocos, a pesar de ser el fruto de trabajo de miles de personas empleadas, además, en la precariedad. No aceptaremos que la realidad de México sea una de injusticia, pobreza, clasismo y racismo. Nos negamos a admitir el constante pisoteo de los derechos por parte del Estado.

 

Nos manifestamos en contra de los gobiernos elitistas e individualistas que no nos representan, profundamente corruptos, con instituciones plagadas de ineficiencia. Nos indignamos por las carencias del sistema de pensiones que compromete la posibilidad de futuro para quienes dependen y dependerán de él. Nos resistimos a aceptar servicios deplorables de salud y educación, espacios públicos en el olvido y un transporte ineficiente.

 

Nos enfrentamos a una emergencia climática y a un gobierno que no hace lo suficiente por atenderla. Perduran los incendios de nuestros bosques, el desarrollo que pone en el centro los intereses económicos de pocos y compromete la vida comunitaria, así como la contaminación del aire y el agua. Nuestros ríos se secan, nuestra tierra se erosiona y nuestra casa compartida está en riesgo.

 

Hablar de nuestro estado es hablar de una larga historia de agravios aún sin resolver. Las personas que lo habitamos hemos sufrido la injusticia, el despojo y la violencia por tantas generaciones, que parece que no hubiera otra forma de ser para nuestro Jalisco. Hablar de Jalisco significa hablar de las personas que son desaparecidas, de las mujeres perseguidas y asesinadas, de la inseguridad resultado de una guerra no pedida y del olvido del campo que expulsa a sus jóvenes por falta de oportunidades.

 

Pero aunque intenten arrebatarnos el futuro y socavar nuestra esperanza, nosotros creemos que sí existe una alternativa. Porque hablar de este país, también es hablar de la gente que se organiza, de las comunidades que defienden su territorio, de los hogares que abren sus puertas a quienes vienen de paso buscando una vida más digna. Futuro quiere servir de herramienta para las que creen que el gobierno debe funcionar pero, mientras tanto, no bajan los brazos. Para ellas, queremos ofrecer un espacio que permita la construcción de una realidad que soñamos para todas las personas.

 

Futuro nace por la necesidad de construir una fuerza política en el estado, que reconozca los aciertos y errores del pasado y se transforme en consecuencia. Una fuerza política que entienda el futuro, como los obstáculos que enfrentará una madre soltera mañana; pero también los obstáculos de las próximas generaciones que no podrán acceder a un trabajo digno. El momento actual exige una fuerza política donde mujeres, jóvenes y abuelas estén al frente.

Queremos ser la fuerza de las personas para recuperar el futuro. Una fuerza honesta que ponga a las personas en el centro y cohabite con otras formas de organización. Concebimos al Estado como una herramienta social capaz de transformar esperanzas en acciones colectivas. Por eso creemos en una democracia participativa, vigilante y corresponsable, conscientes de que ésta sólo se puede conseguir si se garantizan condiciones materiales básicas de bienestar.

 

Defendemos el cuidado y la dignidad de la vida, por lo que queremos institucionalizar las conquistas de luchas sociales para asegurar el respeto, la ampliación y la promoción de los derechos de todas las personas. Ante el rezago histórico producido por un sistema machista que padecemos todos, reivindicamos una verdadera igualdad de género. Entendemos que no es suficiente un discurso de igualdad de derechos mientras la condiciones de nuestro país sigan siendo profundamente desiguales.

 

Nos oponemos a la idea de un modelo de progreso y desarrollo que no beneficie a todas las personas. Imaginamos un modelo socialmente justo que haga frente a la desigualdad, y rechazamos el individualismo y la acumulación de la riqueza que inhiben el potencial colectivo y transformador de las personas de este país. Impulsaremos los mercados internos y las oportunidades para las comunidades. Trabajaremos para que todas las niñas y niños de este estado tengan la posibilidad de desarrollar todo lo que quieran ser.

 

Asegurar una vida digna para todas las personas requiere, además, combatir la violencia y no comprometer el hogar común de las futuras generaciones. Imaginamos un Jalisco en paz que priorice el acceso a la justicia y a la verdad. Demandamos que la justicia sea para todas las personas, y no solamente para aquellos que pueden pagar por ella. Trabajaremos para que la cuna donde nacemos deje de definir nuestro futuro. Exigimos libertad y seguridad para poder caminar por las calles sin miedo. Trabajaremos por un gobierno que no permita que una élite termine con los recursos de futuras generaciones en nombre del progreso y el desarrollo de unos pocos. Reconocemos la emergencia climática como una crisis que demanda urgentemente un abordaje transversal de sustentabilidad y ponga en el centro la conservación de la biodiversidad, la soberanía alimentaria, la generación y la gestión de energías renovables, la soberanía energética, la conservación de nuestras tierras y el manejo integral del ciclo de agua.

 

Queremos ser una fuerza política para todas las personas, sin importar de qué realidad provengan. Creemos en la pluralidad de identidades y buscaremos garantizar la igualdad de oportunidades para todos. Trabajaremos para que las minorías olvidadas y los grupos vulnerables nunca se vean más en situación de desventaja. 

 

Defendemos la importancia de una política local y plural que permita que las comunidades definan juntas el rumbo de su desarrollo y promueva la interacción entre personas que provengan de realidades distintas. Soñamos con construir municipios resilientes y justos, que resuelvan las problemáticas en colectivo. Queremos construir municipios que no sean sólo un escalón más para acceder al poder público, pero sí el eslabón fundamental para cambiar la vida de las personas.

 

Concebimos una política cercana que busca recuperar nuestro futuro. Para nosotros es fundamental impedir la privatización de los servicios públicos y usar los recursos de manera responsable y transparente. Queremos asegurar la excelencia de lo público para ésta y las futuras generaciones, así como innovar para explorar nuevas formas de hacer política que representen una transformación a fondo de nuestro estado. Rechazamos que la política sea una actividad lejana, egoísta, machista, corrupta y acumulatoria de poder.

 

Ante este contexto adverso nos negamos a quedarnos callados. Queremos recuperar el futuro que nos quitaron porque las decisiones no se ajustaban con el calendario electoral y creemos que sólo será posible cuando las personas nos organicemos. Necesitamos una herramienta de lucha para quienes no están dispuestos a ceder ante la realidad. Vamos por un futuro para todas las personas. El futuro que los políticos de siempre temen construir porque no se ajusta a sus intereses. Éste requiere imaginarlo, abrazarlo, trabajarlo y construirlo. Este futuro requiere manos, requiere que nos movilicemos, que formemos filas, que toquemos la puerta del vecino y de nuestras familias. Es hora de ocupar la política y sus espacios, para definir juntos el rumbo de nuestro Jalisco.